NO ERES TÚ, SOY YO /Inteligencia emocional

Cuando el cavernícola debía esconderse en un lugar seguro cuando  llovía, cuando protegía  su territorio de otros cavernícolas o cuando debía huir para no ser almuerzo de un predador, justo en ese momento nuestro cavernícola sentía algo , y que hoy llamamos estrés.

El estrés en la comunicación es tan vital como mortal, ya que bien direccionado nos puede impulsar a solucionar un problema en el inicio del mismo, o en caso contrario alargarlo hasta que el cavernícola salga de su cueva tome un mazo y desquite toda su ira cual Hulk.

La teoría de las inteligencias múltiples del psicólogo Howard Gardner  dice que para él, “la inteligencia no es un conjunto unitario que agrupe diferentes capacidades específicas, sino una red de conjuntos autónomos, relativamente interrelacionados.”

(Ahora en español) Para Gardner el desarrollo de algún tipo de inteligencia depende de tres factores en el ser humano:

  1. Factores Biológicos.
  2. Factores de la vida personal.
  3. Factores culturales.

Dependiendo de cómo fuimos formados en estos tres aspectos podríamos saber (según Gardner) que tipo de inteligencia tenemos y por ende como la utilizamos para comunicarnos.

De todos los tipos de comunicación, una de ellas y que es fuente importante de estrés es:  La interpersonal, empezando porque es impredecible, es intensas, y la más importante: Provoca en la persona emociones.

La comunicación entre dos o más personas es tan fascinante que pueden inspirarse solamente al hablar, pueden estar siempre una para la otra,  pero al llegar a un desacuerdo bastará para que uno culpe al otro de la ruptura de esa amistad o relación. Aunque todo dependerá de cuanta Inteligencia Emocional tenga cada uno.

En su libro “Inteligencia  Emocional” de Daniel Goleman, se define la inteligencia emocional como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las emociones.

(En español), (de nuevo)… Es decir, una persona emocionalmente inteligente es aquella capaz de gestionar satisfactoriamente las emociones para lograr resultados positivos en sus relaciones con los demás.

De manera que lo anterior da crédito a la famosa frase de rompimiento “No eres tú, soy yo” (soy yo que no pude ordenar mis pensamientos, no pude decirte cuanto te quería, no puedo manejar mi estrés comunicacional Etc.) Aunque en esta humilde cueva de cavernícola lo cambiaríamos a: “Eres tú, y Soy yo”, porque la comunicación es de dos vías, así como el manejo de una sana Inteligencia emocional  con habilidad que implica el sentimiento, el control de las emociones, PERO no solo las mías, sino las ajenas.

Por ejemplo, como diría Luis Fonsi, en su canción «Échame la culpa», se refleja con ritmo pegajoso la  costumbre que adoptamos cargando esta famosa frase. Dejamos aquí un pedacito:

Tengo en esta historia algo que confesar

Ya entendí muy bien qué fue lo que pasó

Y aunque duela tanto, tengo que aceptar

Que tú no eres la mala, que el malo soy yo…

 

(Ahora si, en resumen y  todo en español)

Así que, si su comunicación con alguien fue interrumpida por un “No eres tú, soy yo”, no se vaya a ofender: ¡Los dos lo echaron a perder! La buena noticia es: ¡Los dos lo pueden resolver! 🙂 

PAPAS EXTRAS: Si le quedó grabada la tonada de la canción puede escucharla aquí: Link>Canción «Échame la culpa» (audio)

 

© Christian Chávez                               
      Productor Audiovisual /Estratega Comunicacional