LOS PLÁTANOS APARTE.  ¡POR FAVOR!/La observación+Comunicación

 

Tengo la mala costumbre de separar los plátanos del plato principal del desayuno cuando visito mi restaurante favorito. No me gusta que lo dulce de los plátanos se mezcle con el resto de alimentos en el plato, y viceversa. Por esa razón utilizo el pequeño plato donde sirven la taza con el café para sacar los plátanos del plato principal y los traslado ahí.

Siempre pido el mismo menú.  Llevo años haciendo eso, hasta que alguien que me conoce muy bien  en uno de esos desayunos ordenó por mí: “…A él tráigale un menú chapín, con huevos estrellados, el término tibio, acompañado de frijoles parados, café negro, jugo de papaya sin azúcar  y los plátanos,  aparte, ¡por favor!” , ¡Maravilloso!, ni a mí se me hubiese ocurrido pedirlos por aparte, yo simplemente los cambiaba de plato.

Los autores Fortinash y Holoday-Worret definieron en 1995 a la observación  como el proceso de mirar un propósito .

Con sólo observar a las personas se puede mejorar la Comunicación, se dice que el primer paso para una buena comunicación es observar objetivamente. En este suceso,  la observación permitió  CONOCER, claro que la misma observación filtrada con una mala comunicación se hubiese tornado en un conflicto al dirigirla equivocadamente, por ejemplo, se habría convertido en una crítica y juzgar mi forma de apartar la comida, se pudo convertir en un gesto antipático de “pedir siempre lo mismo”, en fin, pudo haber tomado cualquier camino lejos de una observación bien comunicada.

Existen factores que interviene en la observación como tal:

LAS PERCEPCIONES: Percibimos todo a través  de los sentidos, PERO estos pueden ocasionar que se distorsione la observación.

LAS SENSACIONES: Es la estimulación inmediata de los sentidos y uniéndolo con la percepción se le da un significado a esas sensaciones.

LA ATENCIÓN: Importantísima para que la observación sea efectiva. La atención requiere conciencia hacia el objeto observado.

Por último la REFLEXIÓN: “Refleja” lo observado, busca  posibles soluciones a lo observado.

Qué bonito que alguien conozca nuestros gustos, que nos observe para conocernos, no para juzgarnos, que utilice la observación como una herramienta de comunicación grata, que provoquen lo beneficios de hacernos sentir bien.

Cada vez que regrese a ese lugar, volveré a pedir el mismo plato: Huevos tibios, café negro, frijoles parados, jugo de papaya sin azúcar. Pero ya no apartaré los plátanos al plato del café, la próxima vez pediré: “LOS PLÁTANOS APARTE.  ¡Por favor!”

 

 

© Christian Chávez                              
      Productor Audiovisual /Estratega Comunicacional          
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